Es habitual que la gente se despierte con entumecimiento y hormigueo en el brazo o las manos.
Casi todo el mundo recuerda la primera vez que se despertó con un brazo entumecido. Te despiertas y descubres inmediatamente la falta total de sensibilidad en un brazo, lo levantas con el otro y lo sientes extrañamente como un peso muerto, y entonces, el pánico se apodera de ti.
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Afortunadamente, en la mayoría de los casos, estos episodios rara vez duran más de 5 minutos. Por lo general, la mayoría de los casos de adormecimiento leve del brazo se resuelven automáticamente en poco tiempo, y la extremidad vuelve a la vida en breve, no sin antes golpearte con un caso extremo de alfileres y agujas.
Si alguna vez has pasado por una experiencia similar, lo más probable es que sea el resultado de algún tipo de compresión nerviosa en los brazos.
Consejo rápido: Conseguir colchones y almohadas de alta calidad que proporcionen un apoyo adecuado es una de las mejores maneras de prevenir el adormecimiento nocturno recurrente de los brazos.
Adormecimiento del brazo por compresión nerviosa
La compresión nerviosa es una condición médica que resulta de la presión directa prolongada sobre un nervio, lo que puede crear síntomas como hormigueo, dolor, entumecimiento y debilidad muscular.
Entre las causas más comunes de la compresión nerviosa se encuentran las malas posturas y hábitos al dormir, los colchones y almohadas en mal estado y el uso indiscriminado de intoxicantes. La ingesta excesiva de drogas, como el alcohol, puede alterar el sistema de defensa natural del organismo, que le hace despertarse cuando los nervios permanecen comprimidos durante demasiado tiempo.
En el caso de despertarse con el brazo entumecido, hay tres nervios principales que entran en la ecuación, y la compresión de cualquiera de ellos durante la noche provocará el entumecimiento.
Nervio radial: El nervio radial es el responsable de los músculos y la sensibilidad del pulgar y del dorso de la mano. Este nervio también gestiona los músculos que le permiten extender los dedos y la muñeca. Por lo tanto, la compresión del nervio radial, que suele producirse por la presión a lo largo del antebrazo, puede provocar entumecimiento en el pulgar y el dedo índice.
Nervio mediano: Otro nervio crucial en la región del brazo es el nervio mediano, que controla parte de la sensibilidad y los músculos de los dedos pulgar, índice, medio y anular, así como partes del antebrazo y los codos. Debido a su amplio alcance, la compresión del nervio mediano puede resultar de la presión ejercida en cualquier punto de su eje, y un instigador común es dormir en posición fetal acurrucada.
Consejo rápido: Para las personas que adoptan por defecto la posición fetal mientras duermen, arroparse con las mantas reduce significativamente las posibilidades de acurrucarse durante la noche.
Nervio cubital: La función principal del nervio cubital es controlar los músculos del antebrazo, lo que le permite tener un agarre preciso de los objetos. En consecuencia, este nervio es uno de los más sensibles del brazo, y es responsable de la sensación de hueso extraño que a veces se tiene cuando se golpea la parte interior del codo. Por lo tanto, dormir con los brazos doblados hacia dentro, o cualquier otra posición que ejerza una presión excesiva sobre el codo puede provocar la compresión de este nervio.
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Cómo prevenir o combatir el entumecimiento del brazo por compresión nerviosa
La mejor manera de eliminar el riesgo de despertarse con los brazos entumecidos por la compresión de los nervios es optimizar la posición en la que se duerme para ejercer la mínima presión posible sobre los dedos, las muñecas, los antebrazos y los codos.
Algunos consejos que pueden ayudar a cambiar instantáneamente sus hábitos de sueño son:
Mantenga los brazos libres a los lados
La forma más común de comprimir los nervios de los brazos de quienes duermen boca abajo es dormir con los brazos y los codos debajo del cuerpo o doblándolos bajo la almohada. En ambos casos, el peso de la cabeza o del cuerpo es suficiente para ejercer una compresión que adormece los brazos por la mañana.
Para reducir el riesgo de entumecimiento de los brazos, mantén los brazos a los lados y adquiere colchones y almohadas que ofrezcan suficiente apoyo, para no tener que echar los brazos y los codos.
Adquirir colchones y almohadas con la cantidad adecuada de apoyo y firmeza es también especialmente importante para los que duermen de lado, ya que una cama demasiado firme o una almohada con poco apoyo pueden provocar la compresión de la mano bajo el cuerpo.
Recomendación: Un colchón de firmeza media o relajada y una almohada firme y de apoyo suelen ser la mejor combinación para los que duermen de lado.
Optimice su cama para ayudar a mantener su posición para dormir
Acostarse en la posición ideal no suele ser suficiente para garantizar un buen sueño, ya que normalmente se tiene poco o ningún control sobre los movimientos del cuerpo durante la noche. Por lo tanto, durante la noche, es bastante común que las personas adopten por defecto posiciones como el encorvado fetal, que supone un riesgo significativamente mayor de compresión de los nervios y entumecimiento de los brazos.
Para combatir esto, asegúrese de que su cama está optimizada para ayudarle a mantener su posición durante toda la noche.
En primer lugar, asegurarse de que la cama es lo suficientemente cómoda y acogedora reduce la necesidad de rodar durante la noche. En este caso, un colchón de espuma viscoelástica de calidad superior que se adapte bien a su estructura puede marcar la diferencia.
En segundo lugar, utilice sus almohadas. Las almohadas pueden ser una forma excelente de ayudar a optimizar su posición para dormir y mantenerla durante toda la noche.
Consejos para el uso de la almohada: Para los que duermen de lado, una almohada entre las piernas ayudará a mantener el cuerpo en posición y las caderas cuadradas. Añadir otra almohada entre los brazos también puede proporcionar algo de amortiguación a los nervios de los brazos y aumentar las posibilidades de permanecer en su sitio toda la noche.
Para los que duermen de espaldas, una pequeña almohada plana bajo el codo o el antebrazo proporciona un apoyo adicional y reduce el riesgo de compresión del nervio cubital. Una almohada plana debajo de la cabeza, las piernas o las caderas también puede ayudar a evitar que te des la vuelta durante la noche y comprimir los brazos.
Para las personas que duermen boca abajo, las almohadas ofrecen mucha menos resistencia que para otros tipos de sueño. Sin embargo, las almohadas planas que sostienen las caderas y el cuello pueden añadir algo de estabilidad. Los que duermen boca abajo también pueden optar por dormir sin almohadas. Sin embargo, en este caso es primordial conseguir un colchón diseñado para proporcionar el máximo apoyo a todos sus puntos de presión.
Por último, para las personas que luchan contra el adormecimiento constante de los brazos después de dormir, considere la posibilidad de conseguir una manta más gruesa y arroparla firmemente para ayudar a mantener su posición y reducir las posibilidades de acurrucarse o rodar durante la noche.
Considere la posibilidad de una férula de inmovilización
Si tienes problemas habituales para mantener los codos o las muñecas en una posición cómoda durante la noche, tienes un riesgo significativamente mayor de despertarte con algún entumecimiento en el brazo. Una forma rápida de superar este problema es con una ortesis inmovilizadora.
El uso de ortesis de codo y muñeca durante la noche garantiza que tus extremidades se mantengan en su sitio y asegura que te despiertes sin ningún susto. Además, en la mayoría de los casos, tu cuerpo puede adaptarse a tus nuevos hábitos de sueño en menos de un mes, y puedes prescindir de las ortesis manteniendo los beneficios.
A la hora de elegir una ortesis, opta por una que esté lo suficientemente ajustada para que permanezca toda la noche, pero que no sea incómoda, ya que puede provocar compresión y dejar el brazo entumecido por la mañana.
Otras posibles causas
Aunque en la mayoría de los casos, el entumecimiento matutino de los brazos se debe a algún tipo de complicación derivada de una mala postura al dormir, en raras ocasiones, el problema puede tener un origen más grave.
Si experimenta un entumecimiento persistente del brazo que se niega a mejorar incluso después de múltiples cambios de posición y optimización del sueño, debe consultar a un médico lo antes posible para obtener un diagnóstico adecuado. Lo mismo ocurre si el entumecimiento del brazo va acompañado de otros síntomas graves o de entumecimiento en otras zonas.
Advertencia
Si se le adormece el brazo, así como síntomas como un dolor de cabeza agudo y repentino, parálisis en parte del cuerpo, debilidad o dificultad para hablar, debe llamar al 911 inmediatamente, ya que son signos potenciales de un accidente cerebrovascular u otra afección cerebral o cardíaca.
Otras posibles causas del entumecimiento del brazo después de dormir son
Síndrome del túnel carpiano
Si se comprime el nervio mediano con demasiada frecuencia durante periodos prolongados, se puede acabar padeciendo el síndrome del túnel carpiano, una afección médica común que provoca entumecimiento, hormigueo y dolor constantes en los dedos, la muñeca y, a veces, los antebrazos, y que puede provocar debilidad en la fuerza de agarre.
Dado que el nervio mediano es el responsable de gestionar los movimientos precisos de los dedos y la muñeca, las actividades que requieren movimientos repetitivos de la mano, como tocar el piano, escribir en un teclado o manejar maquinaria, pueden provocar el túnel carpiano con el tiempo.
Otras posibles causas del síndrome del túnel carpiano son las hereditarias, la hinchazón de la muñeca por los cambios hormonales durante el embarazo, la obesidad y otras condiciones de salud subyacentes como la artritis reumatoide, la diabetes y los desequilibrios hormonales.
Cuando se detecta a tiempo, el síndrome del túnel carpiano suele solucionarse con medidas poco complicadas, como el reposo, el hielo o el uso de férulas para la muñeca. Sin embargo, los casos más graves pueden requerir a veces inyecciones de cortisona o una intervención quirúrgica para evitar daños permanentes en el nervio.
Neuropatía diabética
Las personas con diabetes tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir algún tipo de daño nervioso que el resto de la población. El alto nivel de azúcar en sangre crea un entorno desfavorable para la función nerviosa, lo que a veces puede provocar daños en los nervios de distintas partes del cuerpo.
En el caso de la neuropatía diabética, las zonas del cuerpo más propensas a sufrir daños son las piernas y los pies. Por ello, los casos graves de diabetes suelen provocar entumecimiento en los brazos. Los síntomas de esta afección incluyen entumecimiento y dolor en brazos y piernas, que pueden variar en intensidad, desde leves hasta crónicos o incluso mortales.
Sin embargo, en el caso de la neuropatía diabética, la mejor opción es una combinación del control estándar del azúcar en sangre con el uso de medicamentos para mejorar el dolor y el entumecimiento.
Otras formas de daño nervioso (neuropatía periférica)
La neuropatía periférica se produce cuando alguno de los nervios que transmiten información desde el sistema nervioso central a los músculos, la piel y los órganos sufre algún tipo de daño o enfermedad. Los daños en los nervios periféricos suelen afectar a las manos y los pies y pueden provocar debilidad, entumecimiento o dolor en las extremidades.
La causa más común de la neuropatía periférica es la diabetes. Sin embargo, la afección también puede ser provocada por otros problemas, como traumas físicos, lesiones, exposición a toxinas o infecciones.
Aunque la neuropatía periférica suele ser incurable, los tratamientos como los analgésicos, los antidepresivos y los anticonvulsivos pueden ayudar a controlar mejor los síntomas.
Deficiencia de vitamina B-12
La vitamina B-12 es una vitamina esencial que desempeña un papel importante en varias funciones corporales básicas, como el correcto funcionamiento del sistema nervioso central, la síntesis del ADN y la producción de glóbulos rojos.
En consecuencia, una deficiencia de esta vitamina vital puede provocar una serie de afecciones y síntomas, como anemia, debilidad muscular, disminución del apetito, falta de aire y entumecimiento, hormigueo o dolor en brazos y pies.
Los adultos mayores, los vegetarianos y los veganos, y las personas con trastornos digestivos como la enfermedad inflamatoria intestinal o la celiaquía tienen más posibilidades de sufrir una deficiencia de vitamina B-12. Sin embargo, esta afección puede combatirse fácilmente con suplementos, cambios en la dieta o inyecciones de B12.
Quimioterapia
La quimioterapia, así como otros planes de tratamiento intensivo y medicamentos como la medicación para el corazón y la presión arterial, los anticonvulsivos y los antibióticos potentes, pueden desencadenar daños temporales o permanentes en los nervios, que pueden causar entumecimiento, hormigueo y dolor en los brazos u otras zonas del cuerpo.
Abuso de alcohol
El abuso del alcohol puede provocar una forma de daño nervioso conocida como neuropatía alcohólica. Además, el consumo excesivo de alcohol también puede obstaculizar de forma significativa el reflejo de vigilia natural del organismo cuando los nervios están sometidos a una compresión durante un periodo prolongado, lo que en última instancia puede provocar algún daño nervioso.
Otras enfermedades que pueden crear complicaciones que provocan el entumecimiento del brazo son:
- Artritis reumatoide
- Sífilis
- Esclerosis múltiple
- Síndrome de Guillain-barré
- Lupus
- Enfermedad de Lyme
- VIH y Sida
Qué hacer
Si experimenta un adormecimiento persistente de los brazos sin mejoras después de optimizar su configuración del sueño, debería considerar la posibilidad de visitar a un médico para que le haga un diagnóstico adecuado. Dependiendo de la causa y la gravedad del entumecimiento de los brazos, el posible tratamiento puede ir desde el reposo, el ejercicio o las férulas, hasta medidas más extremas como la medicación o incluso la cirugía.